LOS DELIRIOS DE ROBERTO
Haey ho! Volvieron los delirios! -nah, en realidad ordené mi pieza y lo encontré entre una pila de basura escolar, pero bueh xD-
-¡Mirá, papá, mirá! –el niño gritaba maravillado.
El pudín con mermelada de frutilla se estaba agrandando, y el padre no sabía cómo reaccionar. ¡Los pudines no crecían! ¡Y mucho menos si tenían mermelada de frutilla por cobertura! Aquello… ¡aquello no era posible!
Y sin embargo, el pudín seguía creciendo. ¡Ya casi tocaba el techo! ¡Lo iba a manchar con su abundante mermelada de frutilla! Y yo no quería mermelada en el techo… Más bien no quería que mi esposa llegara del trabajo y se encontrara con mermelada de frutilla en el techo.
-Benjamín, escondete debajo de la mesa.
-Sí, papi ^^
Pero… ¿¡dónde estaba la mesa!?
No. No podía ser cierto. ¡No! El auto de mi esposa estaba fuera de la casa, y ella estaba caminando hacia la puerta… OH DIOS, debía hacer algo pronto o mi vida acabaría. ¿Por qué había usado tanta levadura?
Desesperado, agarré de la mano a mi hijo y lo arrastré hacia las alacenas. Lo alcé y lo puse en una repisa.
-Tranquilo, Benja, Papi va a arreglar esto.
-Oki, papi ^^
Cerré las puertas, con las manos temblorosas por los nervios. Me sudaban. Me sudaban mares. Y fue peor cuando escuché la llave en la cerradura. ¡Pánico! ¡Pánico, pánico, pánico! Con los ojos desorbitados logré hallar un tenedor de dos puntas y me arrojé contra el pudín.
-¡AAAAAAAAH!
Era biscozo –entiéndase viscoso xD-, muy esponjoso; reboté y caí contra la pared. Mi tenedor quedó allí, en su esponjosa superficie, y comenzaba a perderse en su amarillento espesor. El pudín seguía creciendo.
-Amor, ¿estás en la cocina? ¡AAAHHH, ROBERTOOOO!
Huí. Corrí y corrí por la casa hasta llegar al patio.
¡MI HIJO! Volví. Corrí y corrí por el patio hasta llegar a la casa y agarré a mi hijo. Antes de que la bruja nos encontrara (aún se oían sus gitos de guerra) salí nuevamente, asegurándome de que mi hijo estaba bajo mi brazo.
-¡Papi, papi, el pudín se comió a mamá! ^^
-Lo sé, hijo, lo sé. Lo bendigo por ello.
Seguí corriendo. La verdad, dudaba que el pudín durara demasiado contra mi esposa.
Y para qué decirlo. En aquel momento se oyó un *click* y luego un *BOOM* similar al de una bomba. Me empezaron a temblar las piernas.
-¡ROBERTOOOOOO! ¡CORRÉ QUE TE MATOOOO!
Me petrifiqué en el lugar. ¡Volar! ¡Debía volar! Busqué rápidamente en mi bolsillo. Una navaja -¡con Karina no funcionaría!-, un encendedor -¿¡con KARINA!?-, ¡un RedBull!
-ROBERTOOOO, VOY A ENCONTRARTE, ROBERTO.
Tomé el energizante de un solo sorbo.
-RedBull te da aaalaaas ^^
Comencé a volar, pero era muy lento.
-¡AHÍ ESTÁS, ROBERTO! ¡YA VAS A VER!
-¡Vamos, vamos, vuela! –empecé a agitar mis brazos, desesperado, pero fue inútil. ¡MI HIJO! ¡No podía dejarlo en manos de esa loca!
-Mirá, papi, mamá está feliz ^^
Mi hijo señalaba encantado la sonrisa psicótica de mi esposa. ¡Vuela! ¡Vuela!
-¡HIP HIP!
Mi esposa se elevó montada en un bisonte volador. Mierdas. El peligroso tenedor de dos puntas. ¡Lo había recuperado y se acercaba a una velocidad vertiginosa!
Los ojos se me llenaron de lágrimas. Ese tenedor… Yo sabía que era peligroso.
-¡SHIT!
Me llevé las manos a los huevos para arrancar esa herramienta odiosa de mis partes y…
¡Mi hijo! Se acercaba saltando a su madre cubierta de esponjoso pudín de mermelada de frutilla.
-Ven con Mami, Benji, ven con maaamiii.
-Sí ^^
-¡No, Benjamín! ¡Ven con Papá!
Karina me dirigió una mirada asesina e hizo girar el tenedor entre sus dedos.
-¿Acaso quieres más, Roberto?
-¡OH, DIOS, NO!
Tenía que encontrar una solución…
De repente la divisé.
-Adiós, Benji ^^ -salí disparado.
-¡Vuelve, maldito cobarde! ¡LIMPIÁ LA COCINA, ROBERTOOO!
-¡NOO, BRUJA! Al fin me libré de ti. ¡MUAJAJAJAJA!
¡Pero no! ¡No, no, no! ¡No, por favor! Estaba cayendo. ¡Oh, no! El RedBull ya no tenía efecto. ¡Nooooo!
Caí. Ahora no tendría más opción que luchar e ir por Benji. Una vez fracasado mi intento de huir como un cobarde…
Iría con todo.
-¡MI HIJOOOOO! –saqué el encendedor e intenté golpear con él a mi esposa, sin lograrlo- ¡DEVUÉLVEME A MI HIJO, BRUJA! –probé suerte con la navaja, pero no logré encenderla antes del segundo…
-¡SHIT! –caí de rodillas- ¡Mis futuros hijos!
Ella se agachó frente mío y con la mano pegajosa me tomó del peló y levantó mi rostro y su gesto de dolor.
-¿Querías escapar? ¡VAS A TENER QUE ACABAR CONMIGO PRIMERO, ROBERTO!
Entonces la vi. Ella, tan hermosa y poderosa, el amor de mi vida. Desearía haberme casado con ella en aquel momento si hubiera podido.
-¡Roberto! ¿Adónde vas, Roberto? ¡Vení acá!
Llegué a ella y la encendí. Sí, mi linda, hermosa y poderosa podadora. Juntos destruiríamos a esa hija del Mal. Ella y yo por siempre. Lila :lol :3
AllVallMell
Qué locura XD
ResponderEliminarGran historia
Saludos!!!
ROBERTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
ResponderEliminaryo lo diría más como Roberrrrrrrrtooooooooooo
ResponderEliminar:P
Jajaja, escrito no queda tan bien como gritado xD
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