Tal como escuchan, amigos y compañeros modernos,
¡HURGARSE LA NARIZ ES EL NUEVO ROSA!
No, no, no bromeo.
La epidemia empezó unos días antes (muchos, ya que todavía teníamos clase y yo no estaba tan al pedo como para publicarlo), con un chico lindo. ¡Un chico lindo, ¿entienden?! ¡Un chico lindo! Iba en la A y era lindo (lindoooo....) pero al rato me di cuenta de que... SE ESTABA METIENDO EL DEDO EN LA NARIZ. Después me pasó en el colectivo. El tipo que estaba en frente mío, en el asiento que va para atrás porque yo no puedo sentarme en esos, se puso a HURGARSE LA NARIZ con delicadeza (es decir frunciendo el entrecejo porque no alcanzaba a sacar el moco ese desgraciado e intentando durante 5 minutos a ver si lo lograba) (¡5 MINUTOS!). Después me cruzé a un nene, de algo así como cinco años y tres cuartos, digamos que como mi hermana, METIENDOSE ALGO ASÍ COMO 3 DEDOS EN LA NARIZ (aunque en un nene es comprensible) (¡¡¡si no le dice a la madre que no logra alcanzar a sacarse ninguno!!!).
No hay caso.
¡HURGARSE LA NARIZ ES EL NUEVO ROSA!
Se despide,
Vall traumada
y traumatizada
P.D: ¡No empiezes, maniático de la moda,
que no es algo agradable!
P.D 2: ¡¡Era un chico lindo!! ¡¡Lindooo!!
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